La práctica de las Runas es una de las tradiciones menos conocidas, las Runas son a la vez símbolos o caracteres de un alfabeto de origen etrusco; por si ello puede parecer poco, vemos que las Runas son formas de magia, posturas de meditación e incluso gestos rituales; su origen se remonta a la edad de Bronce y quizás a un tiempo más lejano, aunque de una forma incompleta y simplificada. En su origen eran de pequeñas piezas de piedras de cantos rodados y de arcilla, menos frecuentemente de otros materiales de la naturaleza. Su nombre significa misterio o secreto, su historia: cuando estaba Odín intentando adquirir la suprema sabiduría, se quedó ciego, entonces decidió sacrificarse colgándose del Fresno Sagrado, las ramas de este árbol cubrían el cielo de todo el mundo y sus tres raíces se sumergían en la tierra, una en el Universo de los Dioses, otra en el mundo de los Gigantes de Hielo que habrían llegado a la Tierra antes de la creación del hombre y la otra en el mundo de los Muertos. Nueve días pasó colgado, sin comer ni beber, entonces recibió las Runas, el lenguaje secreto del mundo, a partir de ese momento recobra la vista, viendo las cosas de otra manera. ¡Había adquirido la clarividencia! Odín fue quien ofreció Las Runas como regalo a los hombres, para que se sirvieran de ellas, porque podían abrirles las puertas del misterioso mundo de la clarividencia.

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